Libro en formato físico tradicional (184 páginas)
Siete autores estudian La Abadía del Crimen desde siete puntos de vista diferentes: del contexto histórico al racionalismo tecnológico pasando por los arrebatos sentimentales que provoca el juego de Paco Menéndez y Juan Delcán.
“Bienvenido a esta abadía, hermano. Os ruego que me sigáis, ha sucedido algo terrible”. Con estas palabras nos daba la bienvenida el abad de La Abadía del Crimen hace ya más de veinticinco años. Un cuarto de siglo en el que el juego de Paco Menéndez y Juan Delcán se ha convertido en un referente cultural y emocional para una generación de jugadores.
No hay juego español de la Edad de Oro de nuestro software que levante mayor debate que La Abadía del Crimen y Obsequium nace con la sana intención de aportar a sus defensores —y también a sus detractores, por qué negarlo—, los elementos suficientes para poder estudiar el juego desde diferentes prismas.
¿Qué contexto se encontró el juego en su salida al mercado? ¿Fue una buena adaptación de El Nombre de la Rosa? ¿Por qué se empeñó Juan Delcán en utilizar ese controvertido sistema de cámaras? ¿Era tan genial el código programado por Paco Menéndez o un sinsentido en código binario? ¿Cuál fue la acogida del título en la prensa de la época? ¿Y entre los jugadores? ¿Ha resistido el envite del tiempo desde un punto de vista de jugabilidad pura y dura? ¿Hasta dónde ha llegado su legado tanto en el terreno del videojuego como en el social?
Estas y otras preguntas son las que se responden en este libro coordinado por Jaume Esteve y en el que han participado José Manuel Braña Álvarez, Enrique Colinet, José Manuel Fernández, Antonio Giner, José Antonio Morales, Juan Manuel Moreno, Manuel Pazos y José Luis Sanz.
EL LIBRO
Obsequium está planteado como un relato escrito entre varios autores para ofrecer una visión completa de La Abadía del Crimen, sus interioridades y las circunstancias que rodearon al juego de Paco Menéndez y Juan Delcán cuando salió a la venta. El libro se compone de los siguientes textos:
Un titán entre gigantes. José Luis Sanz analiza el contexto histórico en el que La Abadía del Crimen salió al mercado.
La imagen del espejo. Juan Manuel Moreno, “Twinsen”, estudia la adaptación de El Nombre de la Rosa al videojuego.
El ingenerio cinematográfico. Antonio Giner escudriña los pros y contras de las perspectivas isométricas de la época para explicar el controvertido sistema de cámaras que instauró Juan Delcán.
¿Genialidad o galimatías? Manuel Pazos da otra clase magistral sobre los entresijos del código programado por Paco Menéndez.
Un número 1 del draft infravalorado. José Manuel Fernández, “Spidey”, analiza las causas de la tibia recepción del juego entre los jugadores de la época.
Ferraris y máquinas cortacésped. Enrique Colinet examina La Abadía del Crimen desde el prisma de un diseñador de videojuegos de 2014.
Los homenajes. Jaume Esteve repasa todos los remakes, acabados e inacabados, que se han llevado a cabo y otros homenajes a la obra de Paco Menéndez y Juan Delcán.
LOS AUTORES
José Manuel Braña Álvarez (Avilés, 1977). Usuario de Spectrum y de Commodore Amiga, sistemas de los que tiene varios equipos. Cinéfilo, estudioso del cine y coleccionista, ha colaborado con la Filmoteca de Asturias y la Filmoteca Española facilitando la conservación de alguna película rescatada del olvido. También ha escrito crítica cinematográfica. En el año 2013 recibió el premio honorífico del Festival Nacional de Cortometrajes Avilés-Acción. Es miembro de la Asociación de Maestros Industriales de Avilés, en cuya revista se publicó su artículo "Paco Menéndez de Avilés. El informático adelantado" reivindicando La Abadía del Crimen.
Enrique Colinet Morales, “Baxayaun” (Sevilla, 1984). Se hizo popular en la comunidad de mapping a partir de 2005 por la creación de una serie de videotutoriales en español para la creación de mapas en Half-Life 2 y Counter-Strike. Luego ganó cierta reputación en el mundo del modding para Source Engine por crear mods sin tener conocimientos de programación y usando tan sólo el sistema de scripting visual de Hammer Editor. En 2007 comenzó su andadura profesional como desarrollador en Pyro Studios para luego unirse desde 2008 a las filas de Yager Development, creadores del aclamado por la crítica Spec Ops: The Line para PlayStation 3, Xbox 360, PC y Mac.
José Manuel Fernández, “Spidey”, (Sevilla, 1975) todavía recuerda como si fuera hoy cuando contempló por vez primera aquel Space Invaders del que apenas llegaba a atisbar su alta pantalla. A partir de ese día, volcó su amor por el ocio electrónico ingiriendo todo escrito que caía a su paso a la par que examinaba todos y cada uno de los videojuegos que pasaban por delante. De ahí llegó a la prensa especializada, donde ha trabajado en publicaciones de papel y en magacines online. En la actualidad trabaja en el desarrollo de videojuegos y fruto de ello es Dualsus, su ópera prima. También dirige Metodologic.com. Su labor de conferenciante le ha llevado por todo el planeta para hablar del videojuego español y reivindicar la excelencia de La Abadía del Crimen, con la que todavía sueña...
Antonio Giner González (Alicante, 1975), es arquitecto (U.P. Valencia, 2001) y trabaja como profesional independiente desde 2005. Conoció La Abadía del Crimen en 1988 y logró terminarlo ese mismo año, guía fotocopiada mediante. Alrededor de 1995 comenzó a estudiar su funcionamiento, tomando notas en papel continuo junto al código máquina del programa. Esas notas serían el embrión delremake o adaptación a 256 colores, que liberó en 2001. Entre 2002 y 2005 convirtió el programa a lenguaje ensamblador de 32 bits, creando así la versión definitiva de su remake para Windows. Ésa fue la parte más complicada. En la actualidad mantiene el proyecto GroovyMAME, una rama del emulador MAME orientada a monitores CRT.
Miembro fundador de Opera Soft, José Antonio Morales (Loja, 1959) es responsable de uno de los títulos más interesantes de la Edad de Oro del software español, Livingstone, Supongo, y trabajaba en Opera cuando Paco Menéndez finalizaba las versiones de La Abadía del Crimen junto a José Ramón Fernández Maquieira y Pedro Ruiz. Fue el encargado de echar el cierre del estudio a lo largo de 1992 cuando el resto de miembros fundadores habían abandonado la firma y, como la mayoría de ellos, se buscó la vida en un sector alejado de la industria del videojuego. Hoy es director de sistemas en Vértice 360, productora española responsable de programas como El Hormiguero. La ilustración original de La Abadía del Crimen le observa, atenta, encima de su mesa de trabajo.
Juan Manuel Moreno, “Twinsen” (Madrid, 1979). Su relación con La Abadía del Crimen llegó a través de los cauces propios de la época: una cinta pirateada en el Rastro de Madrid. No se siente especialmente orgulloso de esto, pero asegura que posteriormente lo compró original. Pocos le creen. Pasó del Spectrum al Amiga y de éste al PC mientras miraba a las consolas de reojo con un ridículo aire de superioridad. Eterno estudiante de filosofía, actualmente se gana la vida como ingeniero de pruebas mientras defiende, escribe y divaga sobre el desarrollo de videojuegos independiente en Nivel Oculto, web de la que es co-creador.
Manuel Pazos (Santander, 1975). Programa videojuegos y aplicaciones para móviles y, desde pequeño, ha sentido devoción por descubrir el funcionamiento de las cosas (lo que le llevó a desmontar todo lo que pasaba por sus manos). Creció pegado a un MSX Canon V20 y conoció los entresijos del BASIC, primero, y del ensamblador más tarde gracias al estudio del mismo durante las clases de matemáticas del instituto. En sus ratos libres, fascinado por La Abadía del Crimen, desensambló el código del juego. Esos conocimientos le sirvieron para crear el remake del juego para teléfonos móviles y una versión en java con ayuda de los gráficos de Antonio Giner.
José Luis Sanz nació en esto de los videojuegos en los años setenta y aprovechando que en las Canarias la electrónica ‘made in Japan’ era más barata que en la península, le consiguieron una consola de esas de Pong de marca Conic. Ya sabéis, palitos blancos sobre fondos negros. ¡Para qué quería más! Los videojuegos le hechizaron. En los ochenta llegó el ZX Spectrum y gracias a sus teclas de goma terminó vagando por un monasterio con dos monjes detectives para resolver un enigma de los que hicieron época. En 1991 entró a trabajar en la prensa del videojuego en España y se ha convertido en un nombre imprescindible del sector: ha pasado, entre otras muchas, por Micro Hobby, Hobby Consolas, SuperJuegos, Mega SEGA, Computer Hoy Juegos o Hobbyconsolas.com. Hoy trabaja en Gamerzona, convencido de que le queda mucha cuerda en el sector.
Periodista, actualmente en IGN España y Terra, y autor de Ocho Quilates, una historia de la Edad de Oro del software español. Jaume Esteve (Barcelona, 1983) no recuerda cuándo jugó por primera vez a La Abadía del Crimen pero su misterio se le clavó en la memoria, hecho que le llevó a investigar sobre el juego una y otra vez a lo largo de los primeros años del siglo XXI gracias a los diversos remakes que aparecieron y al contacto con aquellos que estuvieron involucrados en su desarrollo. Coordinar la edición de un libro sobre La Abadía del Crimen es una buena manera de cerrar el círculo que se abrió alguna tarde de 1989 gracias a ese juego que llegó, pirata, desde el Mercat de Sant Antoni.